Ante la imposibilidad de lograr apoyo social “por el endeudamiento a tasas bajas”, el gobierno se prepara para utilizar la tradicional marcha del 24 de marzo y recuperar apoyo en sectores progresistas con la metáfora de “los golpistas de ayer y los destituyentes de hoy”. En función de esta operación política, los firmes aliados del gobierno como Hebe de Bonafini pretenden copar de prepo la Plaza de Mayo y con ayuda del aparato oficial bloquear el acto que impulsamos la izquierda junto a los organismos de los derechos humanos que no le responden plenamente. La movilización del 24 que convocamos, independiente del gobierno y la oposición patronal que disputan por sus intereses en la crisis nacional, es una batalla política a la que llamamos a participar activamente para colaborar con un gran acto unitario. La columna del PTS estará encabezada por muchos de los principales referentes del sindicalismo de base y la consideramos como una demostración política, en preparación y ejercicio de próximas batallas que impliquen, como en Kraft, la movilización de las fuerzas sociales fundamentales que hoy todavía no son las que ocupan el centro de la escena.
Estamos en un ambiente general que trae la inercia de un verano con “guerra política por arriba y paz social por abajo”. La burocracia sindical de la CGT se pasea defendiendo el pago de la deuda externa como en el acto de Moyano en Neuquén. Aprovechan que en la industria el repunte económico está actuando como desvío de la bronca contra la caída del poder de compra del salario que los trabajadores compensan con horas extras, al no ver otra perspectiva de lucha. El resultado de la gesta de Kraft le puso un límite a los ataques capitalistas por fábrica de los que la multinacional yanqui, luego del triunfo de la oposición derechista el 28 de junio, fue la avanzada. Fue esa huelga testigo y la lucha solidaria la que frenó, por ahora, la embestida de frente. Como formadores de precios, las patronales pasaron, en general, a la aplicación de un ataque indirecto, con la inflación contra los salarios y se preparan para pactar los techos salariales en las paritarias con Moyano y los líderes de los sindicatos.
Te invitamos a marchar este 24 con el PTS para enfrentar el llamado “Pacto del Bicentenario’ que el gobierno propone con la CGT, la UIA y las grandes patronales, y para fortalecer los bastiones de la vanguardia obrera donde se juegan batallas que mantienen la continuidad del efecto Kraft: la lucha de los obreros de Stefani y el sindicato ceramista en Neuquén contra el lock out patronal, la actual vuelta a las calles de los mismos obreros de Kraft por el salario y los despedidos, junto a los estudiantes este viernes 12; y la marcha de los compañeros del cuerpo de delegados del subte el próximo 17 por la elección de paritarios de base y el reconocimiento de su sindicato independiente de la UTA.
Marchamos este 24 de marzo como parte e impulsores de un movimiento político y social que se apoya en los nuevos delegados del “sindicalismo de base” que recorre una franja importante del movimiento obrero. Porque apoyamos a las fuerzas que vienen de abajo y rechazan a la burocracia sindical, pero nos proponemos superar el marco de la reivindicación económica porque, frente a la crisis nacional donde un puñado define cuestiones que hacen a la vida de millones, el abstencionismo político termina sirviendo a la derecha o al gobierno que desde arriba se juegan a debilitar las posiciones conquistadas por los trabajadores. Pero rechazamos también la política parlamentarista de la centroizquierda de Solanas y Lozano, que se muestra inútil por no basarse orgánicamente en la clase trabajadora y el movimiento estudiantil movilizados en las calles. En lugar de aprovechar la tribuna del Congreso para promover la movilización extraparlamentaria donde se definen las conquistas favorables a los trabajadores y el pueblo, terminan votando en sus bancas de diputados junto a los reaccionarios opositores patronales. Te invitamos a marchar el 24 de marzo con el PTS detrás de una perspectiva de independencia política de los bandos capitalistas en disputa.
El PTS lucha por conquistar “poder real” en las fábricas, los gremios, mediante la formación de amplias agrupaciones clasistas, como estamos haciendo junto a compañeros y compañeras independientes en la alimentación, en telefónicos, en la industria metalmecánica, en el transporte entre otras, para recuperar a los sindicatos como herramientas de lucha.
También para poner a los centros de estudiantes en disposición de combate por sus demandas, como se ve en las actuales marchas en los EE.UU. con miles en las calles de California. Pero, especialmente, en las organizaciones de los estudiantes apostamos a la colaboración estrecha con la lucha obrera y la extensión del sindicalismo de base y combativo, en particular con su ala clasista. Como empezamos a ensayarlo durante la gesta de Kraft, y muestran un ejemplo en Francia los estudiantes revolucionarios en las huelgas de Philips o de los petroleros de Total.
La tarea en esta situación es acumular fuerzas en los lugares de trabajo y estudio para un partido capaz de movilizar a miles para transformar cada batalla de clase en una gran batalla política, que muestre en la escena nacional el poder de la clase obrera y a una dirección que atraiga el apoyo de millones contra los capitalistas.
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